Casi un tercio de los adultos estadounidenses tienen enfermedad de hígado graso, muchos de ellos sin síntomas, considerada por esta razón como una “enfermedad silenciosa”. Sin embargo algunas personas pueden presentar una leve sensación de presión o dolor en la zona superior derecha del abdomen y pesadez después de las comidas.
Cuando la grasa se acumula en un órgano que no
esta supuesto para almacenar grasa- la función vital de ese órgano puede ser
peligrosamente comprometida.
Como remedio
natural para el hígado graso, se puede contar con la soya, leguminosa
originaria de china, conocidos también como
frijoles milagrosos, son usados como ingredientes básicos en una amplia
variedad de productos (tofu, miso, harina y leche).
El hígado
graso es ahora la causa más común de pruebas de función hepática elevada en los
Estados Unidos. Esto es principalmente debido a la epidemia de obesidad permanente
en este país
Investigaciones
llevadas a cabo en la Universidad de
Illinois han demostrado cómo la proteína de soja podría reducir
significativamente la acumulación de grasa y triglicéridos en el hígado de
pacientes obesos.
Esto
significa que la soja podría proteger contra el "hígado graso", una
condición vinculada a la obesidad que puede conducir a insuficiencia hepática.
Para
diagnosticar hígado graso, se debe realizar un análisis de sangre cuyos resultados
confirmen la presencia de un alto índice
de transaminasas (unas enzimas presentes en el hígado) y también un aumento de
los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos.
La soya no
solo sirve para disolver depósitos de colesterol, también es de mucha ayuda en
personas con diabetes ya que hace decrecer las necesidades de insulina.
Las proteínas
de la soya son completas, pues contiene todos los aminoácidos esenciales;
contiene también lecitina, sustancias minerales y vitaminas.

