La respiración abdominal, a diferencia de la respiración de pecho, se basa en un movimiento del diafragma, el músculo situado entre el vientre y la caja torácica. Cuando el diafragma baja en dirección al vientre, ayuda a succionar el aire hacia los pulmones, mientras que cuando sube lo expulsa.
Recibe el nombre de respiración diafragmática, aunque también se le llama respiración abdominal porque cuando este músculo baja, chafa los órganos abdominales dando la sensación de que el abdomen se hincha.
En según que casos, hay personas que implican otros músculos en la respiración: los del pecho, hombros y cuello, dejando de banda el diafragma. Cuando esto sucede, el esfuerzo que requiere y los pobres resultados hacen que la respiración sea mucho peor. Si aprendemos a usar correctamente el diafragma podremos respirar mucho mejor, inhalando más aire y aportando a nuestro cuerpo todo el oxígeno que necesita.
Con el paso de los años, el estrés y la ansiedad hacen que, paulatinamente, abandonemos el diafragma para respirar con el tórax, convirtiendo en forzada e inadecuada nuestra respiración. Los nervios y la angustia hacen que respiremos superficial y rápidamente, a lo que hay que añadir las malas posturas y las tensiones musculares.
Recibe el nombre de respiración diafragmática, aunque también se le llama respiración abdominal porque cuando este músculo baja, chafa los órganos abdominales dando la sensación de que el abdomen se hincha.
En según que casos, hay personas que implican otros músculos en la respiración: los del pecho, hombros y cuello, dejando de banda el diafragma. Cuando esto sucede, el esfuerzo que requiere y los pobres resultados hacen que la respiración sea mucho peor. Si aprendemos a usar correctamente el diafragma podremos respirar mucho mejor, inhalando más aire y aportando a nuestro cuerpo todo el oxígeno que necesita.
Técnica de respiración abdominal
La técnica de respiración abdominal consta de 2 únicos movimientos: la inspiración -cuando entra el oxígeno- y la exhalación -cuando sale el dióxido de carbono. De pequeños, la gran mayoría utiliza este tipo de respiración, ascendiendo el diafragma para tomar aire y descendiéndolo para expulsarlo, de forma que los pulmones se llenan en su totalidad y aumenta su capacidad.Con el paso de los años, el estrés y la ansiedad hacen que, paulatinamente, abandonemos el diafragma para respirar con el tórax, convirtiendo en forzada e inadecuada nuestra respiración. Los nervios y la angustia hacen que respiremos superficial y rápidamente, a lo que hay que añadir las malas posturas y las tensiones musculares.
Regulando la respiración conseguimos aumentar la capacidad pulmonar, haciendo que se incremente el oxígeno que reciben las células del organismo y el cerebro. Además, conseguimos relajarnos, aliviar la ansiedad y deshacer esa sensación de tener un nudo en el estómago que provoca el estrés. La respiración diafragmática tiene múltiples beneficios, aquí te los enumeramos:
- Facilitar la respiración
- Aumentar el flujo de oxígeno
- Relajación
- Activa el cuerpo y mejora la capacidad de hacer ejercicios
- Aumenta la capacidad de lso pulmones
- Estimula la oxigenación sanguínea
- Alivia la ansiedad
- Mejora la circulación estimulando al corazón
- Masaje a los órganos abdominales
- Ayuda a descongestionar el hígado
- Mejora el tránsito intestinal
Lograr dominar la respiración diafragmática requiere de tiempo y dedicación, no obstante hay un ejercicio muy sencillo que, practicado con regularidad puede hacer que, con el tiempo, nos salga de forma natural:
- Estírate en el suelo o en la cama con una almohada en la cabeza, asegurándote de que toda la espalda está apoyada y tocando el suelo.
- Colócate una mano en el pecho, justo en el tórax.
- Coloca la otra mano encima del abdomen, en la zona que está encima de tu estómago.
- Inhala suavemente por la nariz mientras cuentas hasta 2. Si lo haces correctamente, la mano que tienes en el abdomen se tiene que ir elevando mientras que la que tienes en el pecho debe permaneces inmóvil.
- Exhala el aire por la boca, juntando los labios de modo que queden casi cerrados. Cuenta hasta 4 mientra vas sacando el aire y sintiendo como tu estómago se vuelve a hundir.
- El hecho de inhalar contando hasta 2 y exhalar contando hasta 4 ayudará a mantener igualada y tranquila tu respiración.
- Haz este ejercicio al menos 4 veces al día durante 5 o 10 minutos, con el tiempo ves aumentando los minutos y el número de veces hasta que te salga automático.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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